Libro de 200 páginas profusamente ilustrado, La luz de los Misterios. Vidrieras de la Catedral de Segovia, son todo un recorrido histórico y teólogico por los vitrales de la seo segoviana. Casi un centenar de vidrieras que abarcan desde las que se salvaron de la vieja catedral de Santa María en el siglo XV, a los realizados por la casa Maumejan o en 2018 por Muñoz de Pablos, responsable también de la restauración de las vidrieras.
Cada una comentada en su aspecto teológico, de modo que La luz de los Misterios es la guía perfecta para descifrar el simbolismo implícito en estas historia escritas en luz, iconografía sagrada de un arte, la pintura en luz que responde también a patrones didáctico litúrgicos.
Así, en la catedral de Segovia hay varios hilos que interconectan los diferentes conjuntos de vitrales. La vida de María es uno de ellos, pero va interrelacionado también con el ministerio público de Jesús, sus milagros, así como la prefiguración de la llegada de Jesús en las escenas relacionadas con el Antiguo Testamento.
De José Antonio Quirce y Carlos Garbi. Una colección de leyendas, dibujos, mapas y fotografías que animan a disfrutar del legendario bosque de Valsaín, en el corazón del Guadarrama. Un territorio donde se mezclan reyes y pastores, gabarreros y mariscales.
El presente volumen, Rutas con leyendas por el bosque de Valsaín, integra las ediciones que sobre el mismo tema Derviche publicó en dos entregas; en 2016 (“Leyendas y cuentos de bosque de Valsaín”), y 2017 (“Más leyendas del bosque de Valsaín”). Edición ampliada y revisada, con intuitivos mapas e ilustrada, y de nuevo disponible en librerías.
En los últimos meses Derviche ha puesto bajo su lupa la recuperación de clásicos literarios segovianos, libros de Segovia o sobre Segovia que marcaron época. Es el caso de El secreto del Acueducto, de Gómez de la Serna, o Subida a la Torre, de Fernández Santos. En esta onda toca el turno a Lecturas Segovianas, del sacerdote Tomás Baena y editado en 1847. Es un compendio de historias y poesías moralizantes, pensadas como literatura educativa para escolares. “Cuentos ejemplares, máximas moralizantes y bellos poemas para despertar el amor por Segovia y educar los infantiles espíritus en los más nobles valores humanos”, reza el subtítulo.Para comprender mejor y contextualizar este reedición, valga el prólogo de Mikel Herrero, que pasamos a reproducir.
Tenemos en nuestras manos un libro de fácil y agradable lectura, donde los relatos y cuentos se alternan con poemas, todos ellos ambientados en nuestra Segovia. Ya sea en la ciudad o en diversos pueblos de la provincia como Otero-Herreros, Gomezserracin, Cuellar, Palazuelos, La Granja… . También hace mención, y desarrolla algún relato alrededor del Acueducto, Alcázar, Catedral y diversas iglesias como La Vera Cruz. Descubrimos aquí el gran conocimiento que Tomás Baeza tenía de nuestra querida Segovia. Pero, todo hay que decirlo, es un libro dirigido a los niños. eso sí, a los niños de 1847 y en la actualidad, a un público de cualquier edad, y como decía el propio Tomás Baeza, “sembrado de sanas máximas de moralidad y de principios sólidos de religión”, Un libro sencillo que nos traslada a la Segovia de diferentes épocas, a través de simpáticos relatos
Pero, ¿quién es Tomas Baeza y González? Puedo decir que era paisano, de mí mismo pueblo, ya que nació en Lastras de Cuéllar allá por 1816, el 21 de diciembre. Su padre Rodrigo Baeza y su madre Catalina González, llegaron a Lastras sobre 1814 y tuvieron tres hijos, Tomas, Eduardo y Juliana. Su madre, Catalina murió en 1833, y poco después su padre, Rodrigo, marchó para Navalmanzano, desapareciendo así, toda la familia de Lastras.. Pero aún así, sí que hay recuerdos que nos ha dejado Tomás en el pueblo. Donó la verja, que lleva su nombre, y que actualmente podemos ver en la entrada de “la casa del cura” , y que anteriormente estaría en la Iglesia. Y dentro de la Iglesia podemos encontrar la lápida de la tumba de su madre Catalina González. Sólo la lápida ya que los restos los mandó trasladar a Segovia, Tomás en 1887.
Hagamos un repaso de su vida y sobre todo de su grandísima actividad eclesiástica, En su niñez, pronto destacó por su naturaleza inquieta y sus ansias de conocimiento. Esto hizo que lo mandaran al cercano pueblo de Hontalbilla donde estaba de Párroco su tío Juan Antonio González, para que se encargara de su educación
Su tío pronto tuvo que marchar de Hontalbilla ya que sacó plaza de Canónigo Penitenciario en la Catedral de Segovia y se llevó a Tomás con él. Ya en Segovia, lo matriculó en el Convento de San Francisco y más tarde en el Seminario y ya no paró…. en 1837 fue nombrado Catedrático en Filosofía, en 1939 recibió el título de Catedrático de Instituciones Teológicas, y posteriormente en la Universidad de Valladolid sacó el Grado en Bachiller y Licenciado en Sagrada Teología. Todo este saber y conocimientos que Tomás albergaba, culminó unos meses más tarde con el ordenamiento como Sacerdote.
Pero no terminaron aquí sus estudios, fue nombrado Doctor en Sagrada Teología por la Universidad Central de Madrid, y también Capellán de Honor de Isabel II, y Canónigo del Real Sitio de san Ildelfonso, más tarde, Canónigo de la Catedral de Avila y en unos años Dean de Ciudad Rodrigo
Y finalmente el 24 de enero de 1867, Dean y Canónigo de la Catedral de Segovia. De esta forma volvía a su querida y anhelada ciudad, desde donde escribiría la mayor parte de sus obras. Como vemos, desarrolló una grandísima actividad relacionada con la Iglesia.
A parte de sus cargos eclesiásticos también participó, activamente, en la vida social y económica de Segovia. Perteneció a La Sociedad Económica de Amigos del País, fue Académico de la Real Academia de Historia, director del instituto Provincial de Segunda Enseñanza y también fue presidente de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia.
Pero la inquietud que demostraba Tomás no acababa aquí, y buscaba tiempo para investigar y escribir desde su casa deanato, en la Plaza de la Merced. Sus obras, podemos dividirlas en dos tipos, los libros de carácter religioso y los libros sobre historia y cultura segoviana. Tomas Baeza tuvo una dedicación fecunda y muy laboriosa de investigación sobre la historia segoviana. Podemos decir que fue un escritor “segovianista”.
Como curiosidad, vemos que Tomás Baeza era un gran un coleccionista, eso sí, siempre sobre temas relacionados con Segovia. Hasta nuestros días han llegado su colección de sermones, de esquelas, programas de Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro, carteles de actividades taurinas, incluso una curiosa colección de clavos antiguos, estampas, monedas, libros… Tenía un lema, “Todo por la Historia y Gloria de Segovia” así, que, teniendo todo este interesante material publicó “el Catálogo de colecciones segovianas”
Como digo entre los libros relacionados con la historia y cultura de Segovia, encontramos estas “Lecturas Segovianas” , que tenemos en nuestras manos
Repito, es un libro de rápida y entretenida lectura y como curiosidad vemos que al finalizar cada relato Tomás Baeza nos muestra una enseñanza sobre el texto leído, una moraleja , en la que identifica lo moralmente correcto, promoviendo la enseñanza de los valores de la época. Hay que leer estos relatos y poemas, situándonos en esa Segovia de mediados del siglo XIX, para así comprender a su autor y al público a quien iban dirigidos estas interesantes Lecturas Segovianas
Termino este prologo tal y como empieza el libro, con el comentario de agradecimiento de Tomas Reguera, quien fuera Gobernador de Segovia en aquellos días de 1848.
Con el título de LECTURAS SEGOVIANASse ha publicado en esta ciudad una obraescrita por D. TOMÁS BAEZA GONZÁLEZ.Siendo importante para el estudio de la historiade esta provincia, y fácil a los niños; de interéspor las máximas que contiene y sencillo estilocon que su autor la ha escrito, recomiendo muyeficazmente su adquisición a los ayuntamientos,maestros de educación primaria y padres de familia,como un libro útil, ameno, instructivo yque inspira en la juventud sentimientos nobles ygenerosos , tan necesarios para formar su educación.Segovia 3 de Marzo de 1848. —EugenioReguera.
Ediciones Derviche se complace en presentar un libro muy especial, que al valor literario añade el antropológico, el filológico y el vital. Es “Érase una vez un pueblo”, de Ángeles “Angelines” García Moreno, que se presenta en Basardilla el 24 de agosto.
Fallecida en 2021, profesora de primaria y licenciada en Geografía e Historia, Angelines García Moreno (Basardilla, 1954 – Segovia, 2021), dejó tras de sí un rosario de relatos, los más de ellos publicados entre 2000 y 2013 en la revista Retama, editada por los vecinos de Basardilla, su pueblo de nacimiento. Ediciones Derviche recopila ahora medio centenar de estos relatos que respiran verdad y testimonian cómo era la vida de aldea en la Segovia de los 60, cuando justo iniciaba el tránsito hacia la modernidad del mundo rural que a la postre ha trasformado por completo paisajes y vidas.
Apenas nada queda ya de ese mundo de los pastores de agua, pobreras, celebraciones religiosas, fraguas, copleros, bodas de tres días y segadores, hoy desterrados en los trasteros del folclore, pero que la niña Angelines García vivió en primera persona y que son la materia prima de sus narraciones. Asumiendo las más de las veces la mirada de un niño, García desgrana situaciones desde un naturalismo que no ahorra la dureza pero tampoco la vitalidad de aquellos tiempos. Lo hace con arte y amenidad, manteniendo el interés en cada línea, pero también con la clara consciencia de estar preservando un legado de alto voltaje antropológico, con un especial énfasis en el lenguaje.
Esguardamillá, arregosto, cagaíllo, recuñío, alda, esgargolar, changarro, empellicar; expresiones como guardar el día, bailar la gala, la función… Vocablos hoy abandonados, no pocos meros localismos, que contribuyen a revertir los relatos de una autencidad fuera de duda y multiplican el interés, en este caso por el lado de la filología, de unos cuentos que llegan al corazón y a la memoria de los tantos que, como Angelines, hunden sus raíces en humildes aldeas castellanas.
Será precisamente en Basardilla, donde Luis Bravo, esposo de Angelines, Luis Besa, autor del prólogo y editor de Acueducto2, y el editor de Derviche, José Domingo Pardillos, presentará inicialmente la obra el 24 de agosto en el centro cultural de Basardilla a las 20:00. Posteriormente, está prevista otra presentación en Segovia capital, esta vez en la biblioteca de Nueva Segovia, el 21 de septiembre, también a partir de las 20:00 horas.
El Teatro Juan Bravo de la Diputación de Segovia acogerá el jueves 19 de mayo, a las 19:30 horas, la presentación del libro “Segovia contra la Guerra“, recopilación de fotos, cuentos y poesías de autores locales y que intentan concienciar sobre la necesidad de terminar con las guerras. Obra coral, de 50 segovianos, cuyos beneficios se destinan íntegramente a la asociación Cueva Valiente, que en colaboración con Mensajeros de la Paz ha organizado la acogida de 500 refugiados ucranianos.
Precisamente, “oficiarán” la presentación el padre Ángel, fundador de Mensajeros, y el también sacerdote Valentín Bravo, de Cueva Valiente, acompañados para la ocasión por el vicepresidente de la Diputación, José María Bravo, José Domingo Pardillos, director de Derviche, la editorial que ha impulsado el recopilatorio, así como un representación de los autores.
Ellos son María Albarrán, Alfonso Genique, Jesús Pastor, Carmen García Rodríguez A., Víctor Manuel Cabañero, Charo Marcos, Miguel Ángel Benito, Raquel Rubio, Nieves Alegre, Ángel Jiménez Polo, David Hernández Sevillano, Celia Uve, José Luis Martín Mayoral “Mayo”, Lucía Sanz, Enrique Eloy de Nicolás, Manuel Pacheco, Teresa Herranz, Paco Egido, José Manuel Martín Trilla, Marifé Santiago, Cristian Fernández, Alberto Martín, Alberto Crespo, Rakel Tablada, Juan Luis Misis, Óscar Costa, Raúl García Castán, Mercedes Rodríguez, Andrés Díez Herrero, David de la Cruz, Roberto Arribas, Teresa Santos, José Luis Saura, Julio Pomar, Javier Lamas, Óscar Costa, Mariano Fuente, Mariano Martín, Ma. Guadalupe de Marcelo, David Benedicte, Beatriz García Moral, Luis Besa, Grupo de Teatro de la Albuera (Ma. Ángeles Gil Marín, Juan Gómez de Caso, Alicia Grande, Andrea Revilla, Elena Valín y Pilar Vivar), Olga Haidan, Carlos García Pascual y Rafael Verdejo.