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Los tapices de la Catedral de Segovia

Editado por on Feb 23, 2021

Los tapices de la Catedral de Segovia

Culminando un paciente trabajo cuasi detectivesco, el historiador segoviano Santos Rafael Pérez ha recopilado en Los tapices de la Catedral de Segovia la historia de las 33 piezas que componen el catálogo de tapices de la seo segoviana, una de las colecciones más importantes en esta tipología artística a caballo entre lo ornamental y funcional.

Y también de prestigio. No en vano, las cuatro series –Pompeyo el Magno, Zenobia reina de Palmira, Los planetas, y una cuarta que el autor denomina de “las verduras“- eran donaciones de familias, de ahí el carácter profano de las temáticas, vinculadas con motivos de moda. “Así por ejemplo, Zenobia, del siglo XVII y que se puso de moda por un drama de Calderón de la Barca”, explica Santos.

Eran bienes de lujo destinados a decorar y aislar. Hechos en Bruselas, la capital mundial de los tapices y donde trabajaban no solo los mejores tapiceros sino también los grandes cartonistas, habitualmente surgidos de los grandes talleres de pintura flamenca, como el de Cenobia, del taller de Rubens. “Se valoraba el cartonista y la perfección con que se llevaba al tapiz”. Esta colección en concreto fue donada por la importante familia Ayala. “Para ellos era prestigio, demostrar a la sociedad la importancia y rango de la familia”.

Pacientemente el autor ha reconstruido, también, el itinerario interior de los tapices, inicialmente destinados a decorar zonas nobles como las capillas o el altar. “Pero pasó como en todo, que por el siglo XIX dejaron de estar de moda. Entonces algunos se llevaron a la torre, otros se guardaron…” Pero seguían considerándose bienes de gran lujo, como lo prueba que nunca salieron de la Catedral. “La única excepción fue en 1916, con motivo de la coronación de la Fuencisla en la Plaza, para dar mayor empaque a la escena se exhibieron en la plaza junto al trono de la coronación”, explica Pérez. En los últimos años se observa una creciente revalorización del tapiz como objeto de arte, como lo prueba la restauración de algunas colecciones y su reubicación en la sala capitular, o la torre, como uno de los atractivos de la visita turística. “El avance en los últimos años ha sido incomparable, todavía hay alguno, dos en concreto, que están celosamente guardados y enrrollados, pero es como todo, se precisan recursos y el covid ha supuesto una importante merma de ingresos para la Catedral”, explica.

Desde ahora, y editado por Derviche con la colaboración de la Catedral de Segovia, Los tapices de la Catedral de Segovia, obra de Santos Rafael Pérez Martín, sus secretos están al descubierto.

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